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Una biblioteca es memoria, diálogo y luz, un estímulo constante para ejercer la pura alegría de leer. Emilio Lledó.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Palacio de las Cien Puertas


Disminuyes rápidamente de tamaño. Las paredes del Palacio se regeneran con la misma rapidez. Vuelves a estar en una sala oscura. Vuelves a ser Alicia, pero solo por un momento.

Sales de ella con suavidad, como una mano sale de un guante de seda. La niña, cuya figura emite un tenue resplandor, te mira y te sonríe.
—Gracias por tu ayuda —te dice.

Se da la vuelta y se va. Desaparece en la oscuridad.

Durante unos segundos, la oscuridad, el silencio y la soledad son totales. Luego oyes una voz a tus espaldas.
—Es una buena chica —dice el enano pelirrojo, el bibliotecario.

Te das la vuelta y lo ves a tu lado, a la débil luz que emana del libro que lleva bajo el brazo.
—Me refiero a Alicia —prosigue el enano—. Es una buena chica, aunque un tanto caprichosa y engreída, como habrás notado. Como muchos niños y niñas de familia acomodada, está acostumbrada a obtener todo lo que quiere. Por eso acaba de librar esta batalla simbólica contra el Rey Negro, que representa los regalos, lo que se obtiene sin esfuerzo. Mientras que el Sombrerero Loco, que hacía las veces de rey blanco, representa el trabajo diligente, lo que se obtiene mediante el propio esfuerzo... La gran batalla entre tener y ser. Hoy día mucha gente quiere tener más y más cosas, y cree que en eso consiste la felicidad.

Pero lo importante es lo que somos, no lo que tenemos. O sea, lo que tenemos dentro, no lo que tenemos fuera.

El enano pelirrojo te da el libro luminoso. Lo coges. En su cubierta pone El Palacio de las Cien Puertas. Es este libro, el mismo libro que estás leyendo en el Mundo Tangible.
—Enhorabuena —te dice sonriendo—. Has llegado hasta el final de tu peripecia, y has conseguido el tesoro. Y el tesoro que hay en este Palacio, es decir, en este libro, son las palabras que contiene, evidentemente. Ahora son tuyas, porque tú también las contienes: al leerlas las has metido dentro de ti. Pero el valor de un tesoro depende, sobre todo, de lo que hagamos con él, del uso que le demos. Reflexiona sobre lo que aquí has visto, sobre lo que aquí has leído. Eso es lo importante: lo que tú pienses a partir de todas estas palabras que has hecho tuyas.

El libro que tienes en las manos (el del Mundo Sutil, idéntico a este que estás leyendo en el Mundo Tangible) va perdiendo su brillo poco a poco.
—¿Pensabas que ibas a llevarte toda la biblioteca del Palacio de las Cien Puertas? —prosigue el enano—. Bueno, pues en cierto modo así es. No puedes llevarte los libros físicamente (nuestra «física» es bastante distinta de la vuestra, como habrás observado), pero te llevas el concepto. Has averiguado los títulos de algunos libros-puerta, y esos te llevarán a otros, si quieres. Conseguir libros es muy fácil en el Mundo Tangible. Y esos libros te mantendrán en contacto con el Mundo Sutil. Podrás volver aquí siempre que quieras. Los libros son espejos de papel en los que nos vemos a nosotros mismos, y, como Alicia, podemos pasar al otro lado del espejo. Tú ahora mismo estás al otro lado, aunque a punto de regresar a tu mundo. La puerta ya está lista.

Miras a tu alrededor, pero no ves ninguna puerta. Solo oscuridad. El enano chasquea los dedos y aparece un rectángulo de papel ligeramente iluminado. Tiene el tamaño de una puerta, pero es la página de un libro llena de grandes letras negras.


Capítulo del libro:
El Palacio de las Cien Puertas
del escritor Carlo Frabetti
SM, Madrid, 2005.

Actividades
1. Pon un título al texto.

2. Realiza un breve resumen del texto y expón la idea principal.

3. Busca el significado de las palabras marcadas en negrita en el texto.

4. Responde a las siguientes cuestiones relacionadas con el texto:
a) El personaje Alicia es el protagonista de un famoso cuento, ¿de qué cuento?
b) Haz un resumen de un folio del cuento del anterior apartado (búscalo en Internet o en la biblioteca, también puedes visionar alguna adaptación cinematográfica existente).
c) ¿Qué tesoro se han llevado del Palacio?

5. ¿Cuál es la reflexión que pretende hacer el autor sobre el Tener y el Ser? ¿Qué personaje representa a cada una de estas ideas en el libro?

6. Transcribe el texto de la última imagen.

7. Después de leer El Palacio de las Cien Puertas, tu mente está mucho más preparada para enfrentarse a cualquier reto. ¡Demuéstralo en estos desafíos!
a) En un cajón hay 8 guantes blancos y 8 guantes negros. ¿Cuántos guantes deberás sacar para asegurarte un par del mismo color?
b) ¿Cuál es el día más largo de la semana?
c) Uno entre veinte es igual a diecinueve. Piensa «a lo romano» y sabrás que Barbagrís no miente.
d) En un campo hay 3 montones de paja, y en el campo de al lado, 2 montones más. Si el granjero amontona todos, ¿cuántos montones tendrá?






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